EL PARO DE SIEMPRRE
Hoy día lo abusivo tuvo un efecto colateral. Un reclamo que no tiene fundamento cuando éste se vuelve también el victimario.
Resulta que hoy tenía que ser un día normal y tranquilo en las calles de Lima; y que el Paro de transportista no iba a tener ningún mayor efecto, según informaron los medios. Grosso error, fue todo lo contrario.
Me levanté fastidiado por una repentina amigdalitis que no me dejaba tragar la saliva porque me flagelaba. Prendí el televisor y puse las noticias del canal dos. En ese entonces, una reportera del programa matutino transmitía en directo desde las calles de una concurrida avenida la situación. Gente aglomerada en los paraderos esperando sus buses que no venían. Otros optaban por subirse a unos camiones de tubérculos con tal de llegar temprano. Lo más curioso fue que un joven prefirió ir a pie a su centro de labores desde Santa Anita hasta Breña. Demostrando así con asombro que el peruano es bien trabajador y a la vez duro para gastar en un taxi.
Cogí mis pantalones y mi camisa, me vestí. Me puse la corbata y finalmente una cafarena negra. La garganta me ardía a horrores. Ya era un poco tarde. Llevé mi almuerzo y salí. En el paradero encontré lo que pude conjeturar, gente esperando los micros que no llegaban. La avenida se encontraba casi vacía y mayormente eran los taxistas quienes hacían su ruta. Esperé por más de quince minutos y me cansé. Decidí ir a pie hasta llegar al cruce que estaba a unas cuantas cuadras. En la avenida principal, unos cuantos carros públicos circulaban, pero injustamente empezaron a cobrar multiplicando y hasta triplicando las tarifas. Mucho peor aún, no completaban su ruta.
Fue un completo engaño, una artimaña lo que los medios informaron acerca del Paro. Porque no fue nada “poco exitoso”. El Paro fue como siempre, caótico, estresante, y alarmante. Pero más que dañino, fue irónicamente tan injusto como las quejas que estos choferes y cobradores abusivos de mierda reclaman. Porque se hicieron su Navidad y Año Nuevo, su veintiocho por adelantado, cobrando montos que se les antojaba, y yendo a dónde coño querían, sin respetar sus rutas. El transeúnte; claro, muy trabajador y temeroso de que lo descuenten, tuvo que callarse y hasta ser amedrentados con tal de llegar a destino. Pero hubo que tener más agallas para preguntarles a estos cobradores hijos de su madre lo siguiente: ¿Tú estás acatando el Paro? ¿ACASO ES FERIADO? ¿DÓNDE DICE EN TU TARIFARIO QUE ÉSE ES EL MONTO DEL PASAJE? ¿TE QUEJAS DE QUE TE VAN A COBRAR MONTON EXCESIVOS EN TU PAPELETA, Y TAL CONCHUDO DE MIERDA AHORA COBRAS LO QUE QUIERES? Yo que ustedes también les respondo: ¡NO ME JODAS, AHORITA LLAMO A LA POLICIA PARA QUE TE HAGA CUMPLIR CON TU TRABAJO! ¡ABUSIVOS, MALCRIADOS, PATANES Y ENCIMA QUEJONES! ¡EL PARO DEBERIAMOS HACER NOSOTROS PORQUE USTEDES SON UNAS RATAS DE MIERDA!
Llegué a mi trabajo después de dos horas, y felizmente el Ministerio del Trabajo autorizó la tolerancia de tardanza a los centros de labores por motivo del bendito Paro. Por otro lado, los medios seguían transmitiendo mediante los representantes del municipio y autoridades, que el Paro era un fracaso, y que había muchos carros trabajando con normalidad. ¿Qué se está tramando la prensa? ¿Por qué este engaño? ¿O esto es obra de la derecha que quiere darle con paro a la alcaldesa de Lima? Es claro que aquí hubo algo bien planeado.
Después, tuve que ir a Jose Pardo, y luego encontrarme con mi prometida para ir a la casa de un amigo e ir a ver el pre estreno de Harry Potter. El mismo malestar en pleno corazón de Miraflores. Hubo un micro que se paró en el paraderos de Calle Las Pizzas, no quería seguir su ruta completa hasta Villa María, entonces un sereno apareció e inmediatamente llamo a la unidad de transito, e hicieron bajar a todos y retirar el bus. Efecto que tuvo un cierto malestar en las personas que querían al menos moverse un poco, pero lo cierto es que lo justo tiene que ser justo. Y todos tienen derecho a ir a su destino, no sólo porque otros viven cerca nomas. A un tipo se le subió las nubes al momento de que discutíamos respecto al micro suspendido. Yo apoyé dicha causa porque me pareció que todas las municipalidades debieron estar en cada paradero controlando que no suban los precios, o mejor aún; porque si bien los dirigentes invocaron ese Paro. TODOS LOS CARROS debieron haberlo acatado y haber declarado feriado.
Así fue el bendito paro de ayer. Lleno gente malhumorada, distraída, confundida, amedrentada, etc. Creo que lo positivo fue la reducción de la contaminación del aire, y la iniciativa a caminar, en vez de estar yendo en carro. Pero lo que quiero transmitir es lo siguiente: El usuario cansado de estos abusos debe de realizar un Paro, y no los transportistas que solamente causan perjuicios y despotismos. ¡No al paro de transportistas! ¡SI al paro de USUARIOS!
JAVIER REZABAL

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